Hace mucho tiempo dejé de sentirme
parte de una religión, no me parecían lógicas algunas cosas, hoy en día siento
que mi Ser empezaba a recordar que no necesita de las imposiciones de ninguna
religión, que la verdad la tenemos dentro, que solo basta con estar en silencio
y escuchar pero justamente estar en silencio es algo complicado para los seres
humanos que están sumergidos en la bulla de la televisión, del tráfico, de las
quejas, de la radio a todo volumen, de las reuniones amicales sin sentido solo
para hablar de cosas sin valor.
Justamente por mi pasado católico
conozco la biblia, incluso tomé un curso para estudiarla cuando inocentemente
quería ser catequista y lo fui. Dicen que la biblia puede ser interpretada de
diversas formas pero en esa época solo aceptaba la interpretación de la religión
católica.
En aquellos tiempos no conocía otras
formas de interpretarla pero hoy en día sí y he quedado sorprendida.
Empezaré a reflexionar sobre
diversos pasajes interpretándola desde el Despertar de Conciencia.
Aquí el primero:
¿Por qué me pides a mi lo que puedes hacer tú?
Recuerdo que alguna vez leí en la
biblia un pasaje sobre Moisés cuando intenta calmar al pueblo de Israel ante
los reclamos de estos al verse perdidos frente al Mar Rojo.
Moisés: Pueblo no se preocupen, Dios peleará esta batalla por
nosotros, quédense quietos.
Dios: ¿Por qué clamas a mí? Dile a los hijos de Israel que caminen
y Tú alza tu vara y extiende tu mano sobre el mar y divídelo.
Esta conversación puede
interpretarse:
Ser humano: Dios, lo dejo todo en tus manos, ayúdame, me quedaré aquí
sentado esperado que resuelvas mis problemas.
Dios: Tú tienes el poder, si lo quieres hazlo, muévete, no podré
hacer nada si no permites que suceda.
Nos han hecho creer que es mejor
pensar que Dios es el que maneja nuestra vida y nosotros solo tenemos que
esperar sin asumir responsabilidad de los que nos pasa. Nosotros hemos aceptado
cómodamente estas enseñanzas porque si no obtenemos lo que queremos podemos
decir: “Dios lo quiso así, yo no tuve nada que ver, téngame lastima”
Recuerda: Dios está en ti, tú
tienes el poder de cambiar tu percepción, elevar tu vibración y modificar tu
entorno.