A lo largo de este año he
experimentado cambios tan drásticos que hoy por hoy puedo decir que este es mi
año.
Abrí un negocio, me inicié en la
búsqueda seria de mi despertar espiritual. Me instruí diariamente en el autoconocimiento
y transformación personal, etc.
Hoy a 3 meses de terminar el año
2017, entiendo porque mi cuerpo me levantaba a las 5:30 am para seguir investigando,
leyendo, interiorizando todo lo aprendido.
Mi yo interior me estaba
preparando, porque muy dentro de mi quería cambiar de rumbo. Que te despiertes súbitamente
entre las 3 y 5 de la mañana es porque tu ser superior te está susurrando: “Por donde vas no es el camino”
Luego de 19 años de trabajar de
manera dependiente, para empresas que se quedarán en mi corazón por todo lo que
me enseñaron, he sido desvinculada de la última empresa en donde trabajé por 7
años.
Créanme que al enterarme se me
vinieron todos los pensamientos y deseos que tuve este año. Lloré sí, pero
lloré de alegría y de emoción al saber que Dios nos da lo que pedimos pero no
nos atrevemos a hacer.
Todos, hasta ese momento compañeros
de trabajo, me miraban pensando que estaba sufriendo, al borde del llanto. Solo
los que saben en que ando últimamente sabían que no era así. Es comprensible,
los entiendo. Si el año pasado me hubiera pasado esto, me habría asustado
porque eso es lo que pasa, nos morimos de miedo ante lo desconocido.
Me voy agradecida con esta
empresa, de las personas que allí trabajan. Dios las puso en mi camino para
practicar. Estas personas me han aceptado tal cual soy, han escuchado mis
charlas motivacionales y han compartido conmigo sus vivencias, las mismas que
me sirvieron para ahondar en mi búsqueda espiritual.
Necesitamos público que nos
escuche para aprender mientras enseñamos y tuve todo un auditorio de gente que
me escuchaba, porque esta empresa tiene ese feeling.
Meses atrás venía escuchando
historias de gente que pedía un milagro del cielo y recibió justo lo que
necesitaba.
Yo me decía: ¿Por qué no me pasa eso a mí?
El mes pasado en agosto, le
escribí a una niña mexicana de 13 años que tiene un blog espiritual llamado https://cleanheartblg.wordpress.com/
y le hice esa pregunta. Ella sabiamente respondió: “Si sigues deseando lo que les pasa a otros, no verás nada en tu vida.
Céntrate en ti y todo ocurrirá”
En serio les digo, Dios da en el
momento exacto, confíen, pero confíen de verdad, no digan: “en ti confío, pero
por si acaso…”
Todo lo que sale de nuestra boca
se cumple, oh si, ahora lo sé. Por eso es tan importante que no digamos frases
negativas porque también se me han cumplido.
Cuando llegó el día de las
despedidas, luego de recibir frases alentadoras y de admiración que me pusieron
sensible, empecé a leer mi cuaderno de cosas pendientes que dejé para cuando tuviera
tiempo.
En ese cuaderno estaban escritos
mis sueños listos para ser descifrados, estaba mi diario personal y una lista
de deseos y expectativas.
Soy honesta al decir que quedé perpleja
al cerciorarme que todo lo que pedí se cumplió.
Allí estaban escritas frases
como:
“Voy por buen camino, mi vida va
a cambiar este año”
“Participaré en cursos sobre el
despertar espiritual” (estos cursos son caros)
“Recibiré X cantidad de dinero
con los que resolveré los temas pendientes y me prepararé para lograr mi
propósito de vida”
Todas esas y más se cumplieron, hubieran
visto mi cara de shock. Mi esposo es testigo, le mostré mi cuaderno y me dijo: ¿Cuándo
has escrito eso? - En Junio. – respondí (estamos en setiembre)
Hoy no puedo estar más que
agradecida. Agradecida conmigo por haber sido valiente por emprender esta
búsqueda que empezó con conocer mi pasado, descubrir los secretos familiares
ocultos por años y que causaban dolor recordarlos, pero se tenían que hablar en
público para sanar.
Agradecida con mi familia porque
a pesar de verme como loca por pensar diferente al resto, siempre me cuida y me
protege.
Agradecida a mis amigos que me
dijeron cosas tan lindas al despedirse que de no haberme ido seguro no me las decían
nunca.
Agradecida a mis jefes, que
sufrieron más que yo con mi partida.
Agradecida a Dios porque ya me
demostró que siempre ha estado allí, incluso cuando yo pensaba que se había ido
un ratito. Estaba moviendo todo el universo para que encajara con este momento
hermoso que estoy viviendo.
Quiero que sepan que Él también
mueve el universo por ustedes, por cada uno de sus pedidos, pero fíjense bien
en lo que piden. Pidan agradecidos por tener, pidan felices. Pedir en angustia
no sirve, cuando yo lo hice nada bueno pasaba. Cuando pedí con alegría, en
positivo y segura que obtendría lo pedido, todo sucedió.