Hace 17 años mi enamorado y yo
quedamos embarazados, yo tenía 19 y él 23 años. Sentí que el mundo se
paralizaba, mi padre me mataría (es un decir). Estaba trabajando pero aún vivía
en casa de mis padres y mi enamorado no era precisamente un hombre de dinero
(en ese tiempo pensaba que todo lo arreglaba el dinero).
Decidimos casarnos. 17 años
después me doy cuenta que tal decisión fue basada en el que dirán y no en lo
que quería realmente. “Los hijos deben
nacer dentro del matrimonio”. Nos fuimos a vivir a la casa de mis padres y
como ocurre normalmente, no me dejaron
criar a mi hijo a mi forma. Finalmente dejé que lo criaran y no me ocupé
demasiado.
A los 5 años decidí separarme de
mi esposo y quedé bajo el cuidado de un niño que extrañaba a su padre y siempre
sacaba cara por él en vez de estar de mi
lado (observen mi posición de víctima
“porque no estás de mi lado si yo te doy todo y tu padre nada”)
Todo este preámbulo es para
ponerlos en contexto. Hoy mi hijo tiene 16 años, es un joven educado y
tranquilo, no sale a la calle, es tímido y como adolescente tiene muchas
inseguridades con respecto a todo. Se apoya en mí y conversamos como amigos.
Ah! Un dato importante: luego de 5 años de separación regresé con mi esposo y
hoy formamos una familia feliz, no como antes, sino como nunca.
A pesar de lo tranquila que me puedo sentir al tener un hijo como él, en
nuestras conversaciones he observado que tiene muchos sentimientos negativos
hacia nosotros sus padres. Yo pensaba que era parte de la adolescencia pero
luego de hacer un trabajo interno en mi persona me doy cuenta que todos
cargamos a cuestas los resentimientos hacia nuestros padres por lo que
hicieron, por lo que no hicieron, por lo que dijeron, por lo que no dijeron, porque
me miro así y no asá.
Antes yo me culpaba por lo que le
había “hecho pasar” y él sabía manipular muy bien esa situación. Hoy en día me
siento libre de culpas y le cuento como vivo la experiencia de haber soltado a
mis padres, de cómo vivo sintiéndome protegida y aceptada (contrariamente a
como me sentía antes: abandonada y rechazada). Él me mira con incredulidad pero
yo sé que todo lo que digo se queda en su inconsciente.
Hace unos días conversamos en el
auto y me dijo desde el asiento de atrás (no le veía la cara): “Espero tener 18 años para estudiar, trabajar
e irme de casa porque me canso de tener que cuidarlos y me dan cólera” Noten
cada una de sus palabras.
1. Yo
no era consciente que el sentía que nos “cuidaba”. Al preguntarle me dice que
teme que cuando su padre y yo discutimos terminemos separándonos (como hace
años) y “hagamos” sufrir a su hermano menor (mi pequeño de 3 años) como él
sufrió.
2. Quiere
irse de casa para no tener que presenciar nuestra rutina familiar y no sentirse
ansioso por cualquier discordancia de pensamiento entre su padre y yo. Él
piensa que cualquier conversación que tenemos es una discusión y puede terminar
en lo peor (separación)
La respuesta que le di fue la
siguiente, partiendo desde la base del despertar de conciencia, a algunos les puede sonar egoísta pero créanme
que siento que le he dado la lección más importante de su vida, si me la
hubieran dado a mí, no habría tenido que pasar por 36 años de creer que todos
estaban en mi contra:
“Hijo, que bueno que expreses lo que sientes y dime ¿de dónde crees que
viene eso que sientes?
“Desde que se separaron”
“Hijo, estoy estudiando el inconsciente y sé que este es atemporal, es
decir que tu inconsciente cree que todavía seguimos separados. Yo no puedo hacer que lo olvides ni siquiera
cambiando mi forma de ser, porque el problema está fuera de mí, la cosa es como
ves la situación. Así te vayas de casa, en tu interior quedarán las emociones
que sientes hoy y probablemente nada cambie. Si realmente quieres librarte de
esos pensamientos, existen otras formas aparte de huir de la escena. Existe la
posibilidad que mires lo bueno que salió de todo eso, tú eres un joven
responsable, serio e independiente, no te amilanas ante nada porque de peores
situaciones has salido airoso, esto te permite ver la situación desde otra
perspectiva. Ya me liberé de esos pensamientos que me cargaban, ahora todo está
en ti”
Se quedó callado y al día
siguiente me dijo: “he pensado que haré
lo que mi interior me diga, no lo que me quieres inculcar”. Bueno, ya está
en él. Todo tranquilo.
“Ah, además he soñado algo: Soñé que mi hermano y yo nadábamos en el
mar y de pronto estábamos en un cubículo de
cristal y veíamos a delfines nadar alrededor de nosotros, fue lindo”
No voy a interpretar el sueño de
mi hijo porque tendrán diferentes opiniones, pero cuando leí el probable
significado, lo miré y sonreí. Me queda llenarlo de amor para que ilumine a sus
amigos, a la familia que formará, al mundo. Los hijos no hacen lo que les
decimos, sino lo que ven que hacemos.