Desde que empecé a estudiar al subconsciente
me sumergí en un mundo maravilloso de autoconocimiento que me ha empoderado.
He pasado de pensar que lo sabía
todo a deprimirme y decidir dejarlo allí y vivir como siempre lo había hecho. Y
es que cuando pensé que lo sabía todo, mi entorno me demostró que AUN ME FALTABA.
En este camino he pasado por varios
momentos:
- Repetía como loro lo que aún no
creía en lo profundo de mi ser.
- Creí saber más que todos hasta que
me di de bruces. Mi ego me estaba dando batalla.
- Decidí abandonar todo este
proceso, ya no podía más, no sabía como hacerlo, me resultaba tan difícil entender porque era como era.
- Pedí ayuda a profesionales para
que me guíen y pude volver al camino.
- Comprendí más cosas sobre mí,
incluso cosas que jamás me había preguntado.
Hoy en día disfruto el momento
presente como lo único que existe (este concepto antes me parecía tan
incomprensible) y cuando se presentan situaciones similares al pasado, mis
reacciones ya no son las de antes, me agradezco por mostrarme nuevamente la
situación para comprobar que está superado. Y si no está superado, no pasa
nada, ya soy consciente del motivo por el que me pasa y no me culpo, solo
agradezco.
Ahondar en el subconsciente puede
resultar fascinante o aterrador, ya que es navegar en las profundidades de tus
emociones que fueron anidadas en tu mente de infante, incluso cuando eras un
feto. A mí me ha resultado maravilloso, no negaré que también he pasado por
momentos desoladores donde preferí ya no indagar más pero cuando le hice frente
al miedo todo lo que conseguí fue ganancia.
Los niños no filtran la información
que entra por sus sentidos, todo lo que viven es aceptado por la mente subconsciente
como verdad indiscutible, es por ello que si un niño es ignorado o no amado por
sus padres crecerá creyendo que no es merecedor de amor y toda su vida creará (de
manera inconsciente) situaciones que así se lo demuestren.
Recalco, todo esto ocurre de
manera inconsciente, es por ello que cuando le decimos a la gente que nosotros
creamos nuestra realidad lo primero que dicen es: “Como va a ser posible que
yo cree esta situación de engaño, de
estafa, de pobreza o de enfermedad, eso no es posible, la vida es así, hay que
luchar contra ella para quitarle un poquito de felicidad, Adam y Eda cometieron
el pecado original y por eso estamos pagando, además la culpa la tienen mis
padres, mis profesores, el gobierno, etc.”
¿Recuerdan lo de la verdad
indiscutible que mencioné líneas arriba? Es aquí donde opera dicha verdad y
mientras desees seguir creyendo en ella, no habrá nadie que te haga cambiar de
parecer. Los surcos de tu cerebro ya están definidos.
¿Cuándo se empieza a cambiar de
forma de pensar?
Cuando percibes que algo no
cuadra en esta vida, cuando detectas un fallo en el sistema, cuando a pesar de
hacer todo lo que te dijeron que tenías que hacer no eres feliz. Si eres
valiente para zambullirte en el camino de conocer tu Ser Interior, la recompensa
será enorme, empezarás a crear nuevos surcos en tu cerebro, te harás consciente
de todo y en consecuencia serás un Ser sin miedo.
¿Sabes cómo es un Ser que no
tiene miedo?
No se ocupa de complacer a nadie,
no le provoca juzgar porque encuentra perfección en todo ser humano, no se
queja, solo agradece, vive el presente como el único momento que existe, dice “no
sé” y espera entusiasta lo que sigue, no se culpa por las decisiones del pasado
porque sabe que era lo único que podía hacer con el nivel de conciencia que
tenía, se mira con ternura y aceptación, gobierna sus decisiones sin permitir
que el pasado influya.
En este camino todos estamos para
ayudarnos, no dudes en escribirme que con amor y sin juzgar te ayudaré a
encontrarte, como me encontré yo.